martes, 20 de septiembre de 2016

Crítica a Rebelión en la granja de George Orwell

Crítica de Rebelión en la Granja, de George Orwell
Rebelión en la granja, a pesar de ser un texto donde hablan los chanchitos, no es un cuento infantil ni una fábula; es una sátira ultra sarcástica de gobiernos tiranos y un oscuro llamado de atención sobre los peligros que representaba el comunismo ruso 
En el momento de la escritura del libro, 1943/44, plena segunda guerra, Orwell no encontró quién quisiera editarlo, lo aceptaron en 1945 y a pesar de ser una obra maestra, no gustó mucho cuando salió a la venta. El problema era que criticaba a Stalin y estaban en medio de la II Guerra Mundial y el peor de todos era Hitler.  
Hay que tener presente que Orwell era socialista, los socialistas creen que los medios de producción (como las fábricas o las empresas) deben estar controlados por los trabajadores para el bien de todos, en vez de por un subgrupo muy pequeño de propietarios que los utilizan en su propio beneficio. Por otro lado, Orwell combatió a favor de los comunistas en la Guerra Civil Española en contra de Franco y fue en ese momento que descubrió que los comunistas con los que peleaba podían llegar a ser totalitarios, opresivos y muy parecidos a los fascistas.
Rebelión en la granja: es un libro que muestra la versión estalinista del comunismo como opuesto de los valores socialistas; es decir, el régimen de Stalin está presentado como cruel, desigual y opresivo; a pesar de eso, los humanos de la obra, crueles y borrachos, representan a los dirigentes occidentales, es por eso que los animales tienen más temor de que los humanos vuelvan al poder de lo que temen a los cerdos estalinistas.  
Orwell critica a todos por igual, no deja títere con cabeza: satiriza todo tipo de tiranía política.
Escribió los siguientes libros: 
Subir a por aire (1939). 
1984 (1949).  
Publicaciones póstumas de sus diarios y otros Mi Guerra Civil Española (1939). Diario de Guerra 1940-1942 (1942). Orwell en España 1984

martes, 6 de septiembre de 2016

Crítica al film "Tren nocturno a Lisboa"

Crítica cinematográfica sobre la
Película:Tren nocturno a Lisboa
Basada en la novela Tren Nocturno A Lisboa, de Pascal Mercier  
Traigo hoy esta película que vi hace un par de fines de semana, porque, más allá de parecerme que está actuada de forma exquisita por Jeremy Irons, tiene un mensaje que está bellamente expresado por medio de las acciones y no de las palabras de los protagonistas.  
Raimund Gregorius, un sabio y erudito profesor de latín, (Jeremy Irons), imprevistamente, y después de haber encontrado a una joven que pretende quitarse la vida arrojándose de un puente, decide abandonar todo y seguir la pista de un libro que descubre, azarosamente, de un poeta portugués Amadeu de Prado.  
Gregorius toma el primer tren nocturno a Lisboa, dándole la espalda a su existencia poco poética y sin saber qué le van a revelar la belleza de Lisboa y el libro de Amadeo.   
La búsqueda lo lleva por caminos inesperados para una persona como él, se relaciona con la resistencia en Portugal contra la dictadura. En esa búsqueda, detrás de ese libro, hace que termine conociéndose a sí mismo.  
Año 2013 Película alemana, director Bille August

domingo, 4 de septiembre de 2016

Charla de Historia y Literatura en Pque. Avellaneda, sábado 3 de Septiembre







En el programa del 31 de Agosto de Calma Pueblo, por Radio Caput





Mi crítica a Siete casa vacías, de Samanta Schweblin

Crítica Literaria: Siete casas vacías,
de Samanta Schweblin.
Este sábado participé en un taller intensivo de escritura de “relato”, sí de relato que, como muchos sabemos, tiene sus diferencias con el cuento. Como ejemplo y material para el trabajo, se abordó el libro de Samanta Schweblin Siete casa vacías, que en 2015 ganó el IV Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero.  
El libro cuenta, como su título lo indica, siete historias. La primera “Nada de todo esto” es un relato que narra la tortura que sufre una hija que tiene que lidiar con la obsesión de su madre quien tiene un toc: que es salir a visitar casas, casas bellas, casas suntuosas, casas diferentes a la suya, pero luego descubrimos que la obsesión de esta madre va más allá de las cuatro paredes que conforman las diferentes viviendas que visita.
Lo interesante es que Samanta Schweblin maneja una narrativa fuerte, directa, con una crudeza semántica que nos hace reír y conmovernos al mismo tiempo. Con la excusa de las casas, la autora habla de la familia que ya no puede pensarse como tradicional, y denuncia que en todas hay hondos pozos ciegos en los que nos adentrarnos constantemente.  
La fuerza y precisión que brinda el relato nos posiciona en un lugar de mayor cercanía con la escritura que la que tenía el lector del cuento tradicional. Parce que la tendencia es mundial, ya que los últimos premios Nobel de Literatura incursionan en el relato y sorprenden con sus producciones.