Crítica Literaria: Siete casas vacías,
de Samanta Schweblin.
de Samanta Schweblin.
Este sábado participé en un taller intensivo de escritura de “relato”, sí de relato que, como muchos sabemos, tiene sus diferencias con el cuento. Como ejemplo y material para el trabajo, se abordó el libro de Samanta Schweblin Siete casa vacías, que en 2015 ganó el IV Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero.
El libro cuenta, como su título lo indica, siete historias. La primera “Nada de todo esto” es un relato que narra la tortura que sufre una hija que tiene que lidiar con la obsesión de su madre quien tiene un toc: que es salir a visitar casas, casas bellas, casas suntuosas, casas diferentes a la suya, pero luego descubrimos que la obsesión de esta madre va más allá de las cuatro paredes que conforman las diferentes viviendas que visita.
Lo interesante es que Samanta Schweblin maneja una narrativa fuerte, directa, con una crudeza semántica que nos hace reír y conmovernos al mismo tiempo. Con la excusa de las casas, la autora habla de la familia que ya no puede pensarse como tradicional, y denuncia que en todas hay hondos pozos ciegos en los que nos adentrarnos constantemente.
La fuerza y precisión que brinda el relato nos posiciona en un lugar de mayor cercanía con la escritura que la que tenía el lector del cuento tradicional. Parce que la tendencia es mundial, ya que los últimos premios Nobel de Literatura incursionan en el relato y sorprenden con sus producciones.
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